Films

Una mujer rota intenta componerse con los fragmentos de un jarrón de la dinastía Ming. Un perro sigue por el bosque el rastro de su amo al que un narrador omnisciente llama Bob Kane. El hermoso paisaje ártico se aleja lentamente de la mirada expectante, todo termina en un firmamento estrellado, la cámara rehúye la mirada al mar. Dos enamorados se prometen cosas que no se cumplirán, la tímida risa de una jovencita de unos diez y siete años se oculta tras un estornudo de un rostro que todos desconocen.  El espectador se vuelve cómplice o voyeur en la situación incómoda. Nadie ríe cuando aparece en la orilla el cuerpo ahogado de una bella valija de cuero oscura. Una mesa servida en una habitación menos que humilde, una vieja muy arrugada dormita sobre una mecedora, el gato ronronea en la ventana, a lo lejos parece escucharse el llanto de un infante. Los días son largos en Ohio. La anciana ha tomado la justicia por sus propias manos, los violadores de su querida nieta no quedaran impunes, la anciana ha esperado pacientemente, esa es su mayor virtud en la senectud. La anciana sabe esperar, espera hasta que los criminales pagan su condena y salen de la cárcel y se hospedan en un hotel, la anciana deja la espera y se carga los huevos de los dos mal nacidos. No le importa la sentencia, ha hecho justicia, esta vieja y la muerte hace rato que la espera. El sheriff ha decidido convertirse en asesino por la mujer que ama, aun sabiendo que ella solo quiere estar con Richard, el tipo seductor, el audaz especulador de Wall Street que ha venido simplemente a este pueblo de mala muerte para poder colgarse en paz sin que nadie pregunte nada. Un hombre cruza un salón lleno de espejos, el hombre se repite infinitas veces… el film hace loop por quinta vez. Un hombre cansino y pálido ha dejado de mirar la pantalla, sale del cine pensando en terminar un puzzle floral de 3773 piezas. Empieza otra función y nadie parece estar al tanto que ese día mismo día ha muerto Buster Keaton.