
SONETO AMARTELADO EN LA CÁBALA
Guarda mi pluma la espada
De filo torcido y mezquino
Teñida la sangre en el lino
Torso, película, luz ajada.
Mis letras rosan tu espalda
Manchado tu pelo equino
De sangre teñida en el lino
Suspiro, adioses, la nada.
Fragua la noche un conjuro
El fuego que todo lo hiere
Baila desnuda la vida
Oh vida de todo lo puro
Vulnerado cuando se quiere
Oh muerte eres mi huida.
SONETO SOMBRIO Y SILVESTRE
Flor peste de tus labios rojos
Vida amarga transida amarilla
Muerte resumando en la orilla
Demonio cercado en tus ojos.
La voz, la rosa y despojos,
Despojos de luz amarilla
La puerta dorada y mirilla
Niños famélicos y piojos.
Días de fiesta y tu, perdidos
En versos de carne roída
Que cantan en leves oídos.
Amores gitanos y sórdidos
Escuchas en tu triste caída
de tierra por los omitidos.
SONETO HERRADUNDO PARA UN POETA ISABELINO
Querida promesa rota y henchida
Que los años terribles truncaron
Y a mis versos abrieron herida
Y a mi bella doncella ahorcaron.
Vagabundo sin dueña y ocaso
Errático con paso lento de paría
Por pasión onírica y fría acaso
Esta vida cruel sin duda daría
Ya nadie lloraría mi liosa suerte
Ya nadie cargaría una guirnalda
Hasta el día soñado de la muerte
Cuando el hado diera la espalda.
Condena terrible sin asfódelos
Condena de tumbas sin suelos.
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