MENDIGO ERRANTE

Todo son amores a medias, obsesiones añejas, antojos paupérrimos. El desvariado loco que soy, no merece ni las migajas que abandonan las ratas en el sucio callejón. Si pudiera, mi sombra escaparía para hundirse en el Erebo y dejarme en el sino de mi perturbada suerte. cada vez mas desierto y hostil es el panorama que se asoma en el alba. No puedo seguir mendigado pasiones que me son vedadas, no puedo implorar por una vida nueva, el monstruo atroz que soy yo no sonríe como antes, siente miedo, tiene frío y por vez primera tiene ansias de morir. Ahora solo queda el hombre obtuso y nefasto que soy, sin dioses, sin techo, sin amor. Andrajoso del mundo, despreciado por el ojo fiero del animal humano. Ahora solo me quedan estos pies cansados para seguir la huella de un ser inmortal...

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