
Estamos jodidos Rubén, es evidente que muy pronto los pocos visillos de juventud que nos restan se irán a la mierda y aquellas dulces niñas si acaso nos escupirán el rostro por la lastima que les inspiremos. No hay salida, aunque tengamos nuestros penes elevados hacia ellas, todo esta perdido. Estamos a punto de ser objetos de museo, ya no entienden nuestra lengua y cada día se dilata más la distancia entre sus coños y nuestros babélicos deseos. El miedo y la pereza nos tienen cogidos de los cojones. Mi educación puritana de medio pelo no me permite galantear fanfarronamente con las hembras, tengo pudor, me sonrojo como una de ellas cuando intento o pienso hablar con las más jóvenes. Esos culitos casi virginales de durazno me vuelven loco, me dejan mudo. Prefiero esperar a que alguna muerda el anzuelo, que se trague toda esta basura del tipo intelectual, del artista incomprendido, del reto. Sabes bien que ese truquillo de pacotilla a veces me resulta a las mil maravillas, así me he llegado mejores faneas. No sé porque pero de un tiempo para acá tengo la manía de pensar que cada vez que abro la boca frente a una mujer lo único que recibiré será una cachetada o una sentencia de muerte. Siento que muchas de ellas me aborrecen como si yo fuera una especie de ídolo abominable, que hace que sus coñitos se encojan y se cierren... ¡Es una mierda! No puedo dejar de ser un tanto honesto con ellas, no puedo fingir que las encuentro excitantemente ingenuas, entre mas refinadas y estudiadas mas ingenuas encuentro sus pequeñas cabecitas. No entiendo porque se enojan, que diera yo por pensar de aquel modo tan Fantástico… hey no te rías de mi Rubén, no vengas ahora a dártelas de dandy conmigo, si vos también sos un fracasado como yo o acaso, no estas aquí conmigo en este bar, ahogando la honda pena que te dejo la ultima zorrita con la que te acostabas… ahora si me miras con los ojos entornados ¡No seas cabrón! si vos sabes que es verdad, me importa poco herirte y sacar relucir tu fracaso pues de cierta manera es el mío y el de todos los hombres... Ya, ya deja la cosa así y termínate esa copita y pedíte otra botella que ya siento el gaznate seco, pedila mientras desgargo la vejiga…

Vuelvo y miro al techo la bombillita del bar tintinea como un cocuyo, pasa la niña de mis sueños y vos Rubén ni la volteas a mirar pensando en esa golfa que te abandonó por un fulano mas joven que vos... Mirale esa carita de muñeca con esos labios rosaditos que te invitan a indagarle las amígdalas, y echale un vistazo a ese escote, unas teticas bien puestas, no como esas que la burguesía marginal impone por estos días, ningún rastro de silicona, son teticas de colección, dan ganas de morder para ver si no es un sueño, despertame Rubén si estoy soñando, pero ese es traserotas lindo que he visto metido en un par de jeans. Es cruel, sabe lo que tiene, mira como nos ignora... Somos moscas despreciables merodeando su jugosa tarta, ganas no le faltan de aplastarnos en la pared de un solo manotazo, mira como se va, como navega entre las mesas buscando al conquistador de su coño. Y allá esta, el gran vencedor, ¡el horror! el horror que no nos causa sorpresa , es un adefecio viejo fofo es principe de esta doncella, con la camisa ordinaria descubierta hasta mas abajo del pecho, reluciendo su rutilante cricifijo de oro, allá va la ambiciosa sirena a sumergirse con su rey midas mientras nosotros nos hundimos en jiña existencial tratando de descifrar el porque de su elección… ese beso me dio reflujo, esos labios carnosos y febriles manchados con ese hocico mal oliente de bestia del submundo. Como sabe fingir la condenada, apuesto otra botella que ya esta mojadita con solo fantasear revolcandose en el dinero de ese cerdo. ¿Será que con todo esa pasta podrá comprarse el consolador de cuatro velocidades que le haga olvidar el resto del mundo?
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