tus besos masoquistas


No me roces las mejillas con tus labios.
No me estrujes con tus miradas.
Sabes bien que me tumbo en holocausto
Y solo es por ti, por ti, por ti.

Sabes más de los juegos que yo.
Pobre jugador, y tú tantas veces
Serás ese, mi atareado juego.

No me nombres tres veces en el viento
No me excites con tu salado cuerpo.

No soy de harapos aunque estos me oculten…
Soy de carne como aquellas que con mi piel deseo.
Hoy tal vez no soy sutil, ni un poco poeta,
Pero tengo menos peso en mis palabras, en mi lengua.

No me fisgonees con desprecio,
No tengas esa caridad en mí.
Solo canivalizame hasta el preludio final…

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