Del otro lado de la rosa


¿Cómo esculpir una princesa con un fluctuante polvo de estrellas?

Rosa multiforme, efigie incorpórea
Que habitas en la sombra de un sueño.
Trasciendes el tiempo, en el filo de la muerte
Que nunca llega.

En la eterna noche, bajo una cúpula celeste
Donde todas las galaxias han perecido
Ante la última nota de tu voz cansada 
Que me llama desde el fin de las cosas.

Yo te sospecho desde el otro lado de la rosa,
Donde tú eres el sueño y yo la vida,
Donde yo soy la promesa, tú la llama extinta.
Donde yo soy el pasado, tú mi futuro prolijo.
Allí, donde el universo es un pequeñísimo espectro,
el vaho de una ventisca que deshoja el silencio.

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