UN SUEÑO
En medio de
un sueño, Hilario soñó que escribía el siguiente epígrafe: Al comienzo solo existía la palabra "Hilo", con el tiempo
llegaron otras palabras... Al despertar, en medio de la noche corrió a
escribir aquello que había soñado pero las palabras del sueño se habían
esfumado. Recordó tristemente, frente a la hoja en blanco mientras sostenía la
pluma que él no sabía escribir.
EL
CANGREJO
Cayó de
repente y sintió que el punzante dolor hecho por las tenazas se incrementaba en
su pecho. No tenía fuerzas para gritar, el océano se hallaba demasiado lejos
para ser escuchado por algún pescador que aun estuviera por ahí antes de caer
la tarde. El viento cálido envolvió su cuerpo que reposaba en la arena mientras
la sombra alada de aquel informe crustáceo se alejaba como un sueño, en el
horizonte moribundo, reduciendo los pormenores de su extraña muerte al absurdo
o al ligerísimo abuso del alcohol en la playa.
ABURRIMIENTO
No tuvo
ningún motivo para asesinarle, ese era precisamente su mejor cuartada. ¿Quien
le culparía de asesinar a un desconocido? ¿Quién podría sospechar acaso que le
había asesinado por aburrimiento? Bueno, eso pensó luego de ver el cuerpo
mutilado por su propia mano y separado en cuidadosas bolsas cerca del canasto
de la basura ¿Quién iba a tomarse este laborioso acto para deshacerse de un
perfecto desconocido? Nadie, incluso ni el mismo sospecharía de aquel crimen
cometido con tan cuidadosa meticulosidad fuera producto de un presunto desgano,
de mero aburrimiento.
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