Mulligan: Usurpador



-Camisa de once varas, Kinch-

Resignación, resignación. Pesada postergación, años sacándole el culo y ahora…

Dos Mulligan uno en la torre otro mordiendo el polvo

-polvo somos, polvo seremos y de las cenizas…-

Basta de canalladas, el uso de un leguaje jesuita en un proscrito, que ni siquiera posee el genio bardo para escribir un verso isabelino, bah, pamplinas,  si estas buscando inspiración para coronar una novelilla de mierda, la única salida es coronarte a la hija mueca y ciega de Mesalina en un burdel, no en un burdel irlandés, donde todas están Hebreas casi egipcias, tú, remedo catalanucho, mestizo de tres pesos necesitas una jodienda épica, corre con tu mami, si es que aún está viva para que te de unos pavos y puedas iniciarte en la faena

-…- no sé cómo escribir -...- (los cometas saltan quien sabe a dónde, así mi prosa inconclusa salta al vacio y no tengo redes para atraparla)… paparruchas, de perlas te atina el mote: Bandini, mira en el espejo de Mulligan de Mortello tu rostro garabateado y robado de Fante. Te faltan pelotas para

Ride on that wave,
Ride on the bull

-Oh Ariana, perversa Ariana me has abandonado-

Maldito comemierda poetillo, Hoy es Ariana, ayer Sor Rita, mañana Agustine, comemierda paparruchas, para escribir debes joderte el verso dulce de un coñito rasurado y sano, un coñito de puta fresca, arrodíllate y pídele perdón por tus pecados de celibato, porque no está bien visto que un capullo como vos se esté pavoneando de llevar meses sin probar bocado femenino. No eres Kinch el jesuita de Dublin, ni tu madre es Gertrude ni nada de esas tonterías de…

-tampoco soy Bandini, ese mote es tan falsario, tan usado como estas palabras. Veo que trascurre el dia en una hoja en blanco y aun me debato entre un verso blanco y una prosa negra; y ahora tengo este mi castigo, flagelación, flagelación, autoflagelación de pecador agnóstico budista, idealistanarquico y ateo, ahora cargo este ladrillo semántico, sintáctico, profano, yo el burro escondido entre los libros contables de Alzacia, yo que alguna vez fui Monner y molí mis sueños en amargos tragos de imprudencia y vanidad, ahora que me queda?... más de 500 páginas.. –Para que te limpies el culo sucio si quieres, puedes dejar ese cochino libro que poco entiendes en la mesita de noche de tu padre, ese que es más burro que escudero de Quijano.

De hinojos muerdo el polvo, porque sólo eso puedo, la camisa roída de silabas, la camisa de Apollinarie.

Comentarios