Lección 0



Todo es caos en esta cabeza de mono...1,2,3,4... !Disciplina! me dice la maestra maleada mientras succiono el néctar de su coño, escondido en su falda como buen niño de mama. Me zurra el culo para que atienda a la lección, la pobre catedrática aun tiene fe en mí, no sabe que soy causa perdida, un chico echado a perder. Sus fluidos cubren mi vista con una niebla húmeda y penetrante, pienso en el paraíso perdido, en el terrible tedio inmarcesible del cielo dantesco, en el tormento de Stephen en los lupanares de Dublín... pecadores son todos los hideputas que sueñan con estar vivos un día mas, perdónanos señor por seguir vivos copulando como fieras... este es tu rebaño de bestias folladoras, autómatas del coito redentor. Yo mino en tu grieta carnosa para encontrar el olvido o el camino de vuelta. Quiero olvidar el mundo que hay a mis espaldas, la nausea es despiadada y mi miembro reza por orgasmos leteicos. Soy el mono de clase, el charlatán que hace monerías para meterse en tu cuerpo como el topo, ciego y estúpido... estoy hambriento, necesito un refugio en tu piel, cúbreme en tu miel y perviérteme con tu veneno. Se aproxima el verano y le temo tanto al sol, que por eso estoy desnudo de rodillas implorando tu sacra misericordia... cierras los ojos, escapas del mundo, te olvidaste de mi, está sucia lengua minetera sigue adherida a tu sexo. Este es el más puro lenguaje que produce mi boca, el resto son falacias, preludios ridículos para estar postrado de este modo. No creas en las palabras de esta lengua viperina, entrégate a sus movimientos de serpiente, quizás en tu coño se oculta el roedor que devora mi mente en las alevosas madrugadas de abril... cambiemos de postura la otra criatura rastrera quiere escupir en tu boca... no te preocupes por quitarte los antejos, quiero ver como se empañan de agonía.

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