el Vacío de la hernia



L'Origine du monde
Courbet, 1866



“Fue allí, en el vacío de la hernia, donde hice mis tranquilas meditaciones a través del pene.”
“Un laberinto oscuro y subterráneo, provisto de divanes y rincones acogedores y hojas de morera. Solía meterme en él como el gusano solitario y esconderme en una pequeña hendidura donde reinaba un silencio sepulcral; era tan apacible y tranquila, que me tendía como un delfín en un banco de ostras.”
(Tropico de Capripornio, Henry Miller)


Buscar una espiritualidad por caminos tergiversados de un budismo zen, que ambiciona la ausencia de la materia, el vacio como realidad y origen de la existencia del cosmos y el microcosmos. Un cascaron de huevo desocupado, el embrión vagando por un mundo irrisorio de formas. El vacio como construcción inmaculada, como fuente creadora y como fin de la obra.
La palabra como origen de la pesquisa del silencio. Primer salto a lo escrito, luego a lo idealista, a la obra y finalmente al origen… al vacio.
… Hablo de la pagoda de tus piernas, por la que vivo, por la que me desvivo, por la que muero. A ti vuelvo peregrino luego de cruzar las montañas que te surcan, he rezado en templos orgiásticos, en lupanares sagrados, en campos baldíos, en el desierto de los Sabios y me he bautizado en el rio de los necios, buscándote en ese laberinto que habla Miller sin rodeos. Pero no busco tu coño para buscar la inmortalidad de mi bajeza, busco tu coño para perderme, para olvidarme de la ficción que intenta seducirme. Si hablara de coños lúbricos, prefiero hundirte mi pija en el sieso, porque allí mueren todos los sueños de cualquier noble empresa. Pero tu coño es el origen y el fin, la nadería suprema, el cielo baladí.
La gestación de un aparente universo físico cercado por un vacío que se extiende continuamente. La idea de la nada como realidad del tiempo-espacio. El resto solo alegorías, sueños de realidad empobrecida por el deseo humano de existir. Acontecimientos fútiles que se desploman en la nada. De la nada provenimos, el agujero misterioso de las piernas femeninas, la ausencia de forma. A la nada vamos, en la nada del vacío estamos pretendiendo no estarlo. Buscamos torpemente el camino ovárico, volver al huevo oscuro, cálido, muerto. Tratar de llenar el vacío con entelequias, muebles, edificaciones, dildos, babeles, para dejar una semilla floreciendo en el eterno ocaso. Miller con su misantropía buscaba el vacio. Kerouac lo magnificaban en su alcoholismo Zen, Borges lo glorificaba en la tristeza sentir la vida tan lejana y contada por otro.
La ausencia de todo, el génesis de la nada, origen de utopías, materia oscura, no-materia. Agujero negro.
Creyendo percibir la inmensidad del firmamento sin estrellas desde una ciudad que me produce un desahuciado abismo en el alma, espejo de mi mismo y del todo. Viendo tus ojos vacios, tu risa fingida, tu coño depilad, lleno de penas, esperanzas, sueños rotos, promesas muertas, semen… estamos cimentados por una gloriosa nada, magnificente vacío que nos invita al holocausto de la falacia. Nemrod ha muerto, gracias a su soberana estupidez por alcanzar un pozo sin fondo. No miramos para arriba cuando queremos elevarnos miramos al vacio, un agujero que nos llama silenciosamente como tu coño, como las montañas de este valle de jiña. El vacio como olvido, leteo salvador de la tortuosa razón, Erasmo iluminado, Toole abrazando el universo con el exosto del auto en el garaje, Hrabal alimentando a las palomas, vio que el cielo era el reflejo mórbido del pavimento que lo recibió en su seno, Sabines canta eufórico: “¿Qué putas puedo hacer si puedo hacerlo todo?”. Rothko en su terrible búsqueda de lo absoluto descubrió que el absoluto siempre estaba frente a sus ojos y que no era más que una nimiedad… supondríamos que la muerte es la cercanía más pura que tenemos del vacío, yo prefiero creer que mis oteros desbordan un sumidero que absorbe la materia, porque dentro soy un universo de oscuridad.
¿Dónde buscar el vacio? En los espejos, en la concha lampiña de la hembra, en una bolsa de basura, bajo la lluvia, bajo la llanta de un autobús, en la estulticia de los sabios, en las conchas del mar…
Construiré galimatías en el aire, y túneles en la arena que descansa plácidamente en ese mar donde tu almeja repite la oración final. En los hormigueros sangrientos, en la carroña de Baudelaire hare autopistas que nos lleven al comienzo de este mito platónico.
La inacción como reflexión del vacío en el mundo materia. El acto que se omite, el espacio inmaculado imperturbable, el reloj detenido de Kosuth, la obra magistral 4’33’’ de Cage, el espíritu de Baargeld haciendo añicos sus “obras” en la inauguración de sus exposiciones, Krutikov haciendo planos de ciudadelas imposibles para las nubes, Duchamp jugando ajedrez al desnudo.
PALABRAS CLAVES
-Laberinto, concha, abismo, vagina, cueva.

Vano-Vanal-carnal-Baco-Void-gap-mind the gap-hueco-cabezahueca-Vacante

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